Uso de suplementos en el Embarazo

Lo ideal es que la futura madre se prepare para el embarazo durante varios meses antes, dejando de tomar alcohol, dejando de fumar, siguiendo una dieta equilibrada y variada, y tomando suplementos de ácido fólico desde el momento en que comience a buscar el embarazo. Pero si el embarazo ha llegado por sorpresa, no hay que preocuparse.

Hay dos nutrientes cruciales en el embarazo: ácido fólico y el hierro y la mayoría de las embarazadas no los consumen en cantidades suficientes con su dieta habitual.

ÁCIDO FÓLICO

Al tomar una cantidad adecuada de esta vitamina  podrás reducir entre un 50 y un 70 por ciento el riesgo de que tu bebé desarrolle un defecto del tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia. El ácido fólico también puede reducir el riesgo de otros defectos de nacimiento, como el labio y el paladar hendidos (labio leporino) y ciertos defectos cardíacos, incluso puede reducir el riesgo de que tengas preeclampsia durante el embarazo.

Desde el momento en que comienzan a intentar quedarse embarazadas hasta las 12 semanas de la gestación, deben tomar suplementos de ácido fólico (400 μg ácido fólico al día).

HIERRO:

La mayoría de las mujeres no incluyen en su dieta cantidades suficientes para satisfacer las necesidades en constante aumento que experimenta su cuerpo durante el embarazo, y esto puede dar lugar a una anemia por falta de hierro. Es importante evitar la anemia por falta de hierro porque reduces tu riesgo de tener un parto prematuro y de que tu bebé tenga bajo peso al nacer, además de reducir el riesgo de muerte infantil.

Durante el primer trimestre necesitarás 12 mg de hierro al día y tus necesidades aumentarán a 30 mg diarios a partir del cuarto mes.

Recuerda que no hay mejor alimento que la comida casera, balanceada y variada así obtendras los nutrientes que tu bebé necesita.