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Mi hijo no quiere comer – Inapetencia

La inapetencia se define como la falta de interés o incluso rechazo del alimento que se repite de forma continua a las horas de la comida.

¿Cómo se manifiesta la inapetencia?

En la mayoría de los casos no se observa causa orgánica que motive el interés por la comida y, en general, se trata de niños sanos que se desarrollan normalmente. Los padres deben saber que hay etapas de desarrollo infantil donde se come mucho por ejemplo de los 6 a 9 meses y otras en la que se come menos como de los 15 a 24 meses.

Causas de inapetencia

1.- Un proceso de aprendizaje inadecuado:

  • Sobrevaloración que los adultos hacen en ocasiones de comida, relacionándola con salud de sus hijos, lo que se traduce a una excesiva atención e insistencia que incrementa la inapetencia.
  • Anarquía de horarios o picoteo entre comidas
  • Abuso de alimentos no saludables: dulces, zumos envasados, refrescos.

2.- Causas físicas: Brote dentario, enfermedad incurrente, accidentes, etc.

3.- Acontecimientos familiares o sociales: inicio de la escuela, cambio de domicilio, etc.

Actitud ante un niño inapetente

Ante un niño inapetente es necesaria una valoración por parte del pediatra o consultar con un nutricionista que le realizara una evaluación física y analizara sus hábitos alimentarios a fin de determinar su estado nutricional.

– Si la inapetencia coincide con la enfermedad (gripe, faringitis, etc.) se espera que el niño supere la enfermedad y poco a poco recupere el apetito

– Si la causa es algún acontecimiento social o familiar, hay que pensar que esta conducta. Puede ser para llamar la atención; pero puede también ser síntoma de un bajo estado de ánimo a lo cual los padres deben recurrir a un profesional.

-En caso de producirse un proceso de aprendizaje inadecuado de los hábitos de alimentación, tenemos que tener en cuenta que la actitud de los hijos depende, en buena parte, de la actitud que adopten los padres.

¿Qué debemos hacer?

  • El acto de comer debe ser una acción relajada y tranquila, hacer de la comida un encuentro y convivencia familiar; favoreciendo el aprendizaje por imitación.
  • Comer el menú de acuerdo al orden de presentación
  • Posibilitar la degustación de los alimentos nuevos en pequeñas cantidades, rechazo hacia algunos, pero procurando no caer en los caprichos del niño(a).
  • Negociar con antelación una cantidad mínima (sobre todo, de aquellos alimentos rechazados por el niño) e ir ampliando la cantidad poco a poco.


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